Había oído de la existencia de esta nueva metodología pero nunca me había acercado tan a fondo a analizar en qué consiste, cómo funciona y qué beneficios/problemas puede tener dentro en su aplicación en un aula.
Para empezar mi reflexión es importante saber qué es la metodología Flipped Classroom, o como se denomina en castellano, clase invertida o clase al revés.
Primeramente vemos que, mientras que en una clase ordinaria el profesor comienza con la explicación en el aula y le siguen las prácticas en clase y en casa, con este nuevo modelo los estudiantes pueden ver en casa las explicaciones grabadas por el docente y hacer los trabajos en el aula, tutorizados así más efectivamente por el maestro y ayudando a que cada alumno pueda ir a su ritmo. Es decir, los roles del proceso educativo cambian y el alumno pasa a ser un elemento activo de su propia educación.
El modelo Flipped Classroom es la concepción de que el estudiante puede obtener información en un tiempo y lugar que no requiere la presencia física del docente. Se trata de un enfoque integral para incrementar el compromiso y la implicación del alumno en la enseñanza haciendo que forme parte de su creación, permite que el profesor dé un tratamiento más individualizado y, cuando se realiza con éxito, abarca todas las fases del ciclo de aprendizaje (dimensión cognitiva de la taxonomía de Bloom).
Como ventajas más destacadas de este método cabría destacar las siguientes:
- El transmitir la información sin gastar tiempo de clase permite al docente hacer durante la clase actividades más individualizadas con los estudiantes en función de sus capacidades o de su estilo de aprendizaje.
- La distribución de las mesas en la clase es no lineal, potenciando la colaboración entre alumnos.
- Refuerza la motivación al ser un trabajo de colaboración entre alumnos.
- Los contenidos están accesibles por el alumnado en cualquier momento.
- Imprescindible involucrar a las familias en el aprendizaje de sus hijos.
Por último veo, como mayor problema de este método, que puede ser difícil conectar y comunicar con las familias de la importancia de su colaboración para que funcione adecuadamente o de la imposibilidad de acceso a Internet o al uso de un ordenador por parte de los alumnos en sus hogares. También mencionar que siempre hay un riesgo de que no todo el 100% de la clase realice o siga lo demandado (por ejemplo, ver un vídeo). Para estos aspectos es necesario una coordinación centro escolar-familias para solucionarlos.
Por último concluir que me parece interesantísimo plantear esta metodología en un futuro próximo, al considerar que es una forma de motivar a los alumnos y de acercarlos a un modelo de aprendizaje donde ellos serán los responsables del mismo, siendo yo una mera guía y planificadora del proceso.
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