Ha sido muy
interesante profundizar en el tema de los alérgenos que pueden estar presentes
en los alimentos ya que es muy útil saber qué comemos y si algún nutriente
puede tener efectos nocivos; de cara a la alimentación de nuestros alumnos esta
información es además muy apropiada.
Por otra parte, me
ha resultado provechoso trabajar en el cálculo del gasto energético total que
hago al día ya que considero que es algo fundamental un buen equilibrio entre
las calorías consumidas y ese consumo energético diario para así favorecer la
salud.
¿Cómo puedo aplicar lo aprendido en el día a día
con mis alumnos?
Es útil conocer
los diferentes tipos de alérgenos presentes en los alimentos que pueden afectar
a nuestros estudiantes.
Además, respecto
al cálculo de la energía consumida, se pueden trabajar, por ejemplo, ejercicios
de cálculo y operaciones matemáticas, para así fomentar los hábitos saludables.
¿Qué has aprendido acerca de los comedores
escolares?
Considero que, a
la hora de preparar los menús, los comedores escolares deben tener en cuenta
las raciones recomendadas y planificarse siempre en su conjunto, es decir, no
limitarse a platos saludables vistos de forma individual, siempre debe ser una
planificación global.
¿Crees que actualmente el menú de los comedores
escolares es equilibrado y adecuado a las necesidades de los alumnos?
Tras revisar
varios menús escolares éstos me han parecido adecuados y planificados de forma
global, no obstante, siempre se pueden mejorar y adecuar aún mejor las
raciones.
¿Hasta qué punto son conscientes nuestros alumnos
de la importancia del ejercicio físico y de las enfermedades derivadas de una
mala alimentación?
Por norma general
me parece que los estudiantes no ven esta relación directa clara, por tanto,
hay que fomentar en las aulas estrategias que incentiven los hábitos
saludables.
¿Y los padres de nuestros alumnos?
Aunque aún queda
mucho y es mejorable, si he de decir que muchos padres son conscientes de la
importancia del ejercicio físico y de las enfermedades derivadas de una mala
alimentación, por lo que potencian en sus hijos los deportes y actividades al
aire libre, a la vez que incluyen e inculcan hábitos alimenticios adecuados.
¿Cómo podemos cambiar la situación desde las aulas?
Fomentar que, por
ejemplo, a la hora del recreo traigan alimentos saludables y no procesados; la
importancia de desayunar adecuadamente y de comer variado (carnes, pescados,
lácteos, etc).
Además también
puede ser útil trabajar con las posibles consecuencias de no practicar
ejercicio físico y de las enfermedades derivadas de tener una mala
alimentación.
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